domingo, 24 de abril de 2011

La prima angelica

País: EspañaSINOPSIs


Género: Drama

año 1973
Duración 1:42:31

Idioma: Español

Tamaño del archivo: 830.241KB

Director: Carlos Saura

Intérpretes: José Luis López Vázquez, Lina Canalejas, Fernando Delgado, Mª Clara Fernández de Loaysa


--Al cabo de los años, Luis vuelve a Segovia trayendo desde Barcelona los restos de su madre para inhumarlos en el panteon familiar. Alli pasaba los veranos, en casa de su tia Pilar y la prima Angelica. La guerra civil retuvo a Luis en Segovia, lejos de sus padres y la convivencia con Angelica despertó sus primeros sentimientos amorosos. El hombre evoca aquellos dias y vuelve a su infancia con una prima Angelica casada y madre de una hija--------------------------------------
Recuerda Singular mirada de Carlos Saura, con guión de Rafael Azcona, a los mecanismos de funcionamiento de la memoria. Con una estructura compleja, cuenta el regreso a Segovia de Luis, un editor cuarentón, para enterrar los restos de su madre en el panteón familiar. Al llegar al lugar de su infancia, los recuerdos de una educación opresiva y su amor por la prima Angélica se apoderan de su mente. Ahora Angélica está casada en un matrimonio infeliz, y él se ve agobiado por los traumas del pasado.


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Película personalísima de Saura, según se trasluce de sus propias palabras: "Nunca he estado de acuerdo, tal vez a causa de mi experiencia personal, con esa afirmación comúnmente extendida que asegura que la infancia es la época dorada de la vida". Y en efecto, su visión es negativa, viene a decir que las malas experiencias marcan de por vida y no se pueden enterrar. El film fue Premio del Jurado en Cannes, y fue muy polémica en España por la visión negativa de un personaje falangista. Pero en un momento de política cultural aperturista del régimen, tuvo muy buena acogida de público y crítica.





Puede que Carlos Saura sea el director más irregular y que peor ha asimilado la vejez de los que conozco. La falta de imaginación de sus obras recientes me hace pensar si era tal ese talento que mostró en sus primeros años, sobre todo con ‘La Caza’ y ‘La prima Angélica’. Creo que no volveré a verlas por si las moscas, no quiero que se me caigan más mitos a la basura.





Nos encontramos en el año 1973, fecha en que se estrena la película, con la que gana el premio del jurado en Cannes. Saura continúa con su increíble hipercreatividad, con la que estrena una película cada dos años y vuelve a abordar como es de costumbre, el tema de la Guerra Civil como telón de fondo.



Aunque estilísticamente haya un abismo entre ambas, puede considerarse a ‘La prima Angélica’ una sucesora natural de ‘Peppermint Frappé’, experimento vanguardista al que el tiempo no le ha sentado demasiado bien. Carlos Saura se desprende en esta película del más o menos academicismo formal de sus dos primeros trabajos, para empezar a colaborar con el por entonces arriesgado director y hoy mito viviente del cine en español, Elias Querejeta. Por eso decimos que ‘La prima Angélica’ tiene algo de esa voluntad transgresora, además de su obsesión por la interpretación de los sueños y el psicoanálisis, las heridas del pasado y como estas desencadenan conductas enfermizas.



El argumento se presenta de la siguiente forma: Luis vuelve al pueblo en el que accidentalmente pasó una etapa de su niñez por la explosión del conflicto de la Guerra Civil española. Allí rememora cada uno de los episodios que marcaron su existencia, junto a su familia cercana y sobre todo su prima Angélica o lo que queda de ella, su primer amor y el único buen recuerdo de entonces. Hasta ahí el argumento puede ser tildado de bastante común, incluso de previsible. El verdadero hallazgo formal de la cinta, lo que la hace especial es la habilidad de Carlos Saura para interrelacionar tiempos y personajes, confundirlos intencionadamente, introduciéndolos en ubicaciones espacio-temporales que no les pertenecen. Así Angélica pueden ser dos, la niña o la madre, y a su vez la hija de Angélica, que es ella misma en el pasado. Como lo es su tío, del ejército fascista pero que también aparece representado con el rostro del marido de Angélica. Todos cambian y se confunden en un extraño juego de máscaras salvo Luis. Luis nunca cambia, siempre aparece representado de la misma forma, en su edad adulta con esa vulnerable expresión en el gesto que le otorgó Jose Luis Lopez Vazquez, saliendose una vez más de los papeles intrascendentes que le hicieron mediático.



Lo que nos cuenta Carlos Saura y Rafael Azcona que firma también como guionista, es algo muy valioso: a veces las personas inmiscuidas en procesos históricos son lo mismo, responden a los mismos referentes, trabajan y se desarrollan en un mismo sentido. Aunque reduccionista, el mensaje es clave: un hombre será libre y será hombre al fin, en la medida en que pueda desprenderse de su pasado evaluando de forma independiente y racional la realidad, y ahí dejará de ser una consecuencia del momento en el que le ha tocado vivir, será la máxima condición a la que el individuo puede aspirar.



Está película puede entonces corroborar y a la vez tirar por tierra ese axioma tan poco acertado que asegura que en el cine español solo aparecen tetas y guerracivilismo. Esos mismos que se dejan llevar por arquetipos un tanto obsoletos no dudan en alabar la última de Spielberg en Normandía, y la siguiente de Sam Mendes sobre Kuwait. Yo lo que pienso es lo contrario, todavía faltan muchas formas de representar la Guerra Civil, porque las consecuencias políticas, sociológicas y económicas dentro de nuestro país, son infinitamente más trascendentes que las de la Segunda Guerra Mundial para EE.UU. Porque como dicta la película, ¿acaso no solemos atisbar el rictus dictatorial del Caudillo y aquellos que le auparon en el rostro de algún representante político, o de un familiar condenando la entrada indiscriminada de emigrantes en nuestro territorio, o la de un jefe que humilla por el simple hecho de ver resarcida su condición jerárquica?. Las herramientas que muestra Saura para representar esa cualidad metafórica de los disfraces escénicos no vienen a ser otra cosa que teatro. Teatro dentro del cine. Puro cine.


10 Su valoración: 11 de Noviembre de 2007

Una manera peculiar de mirar hacia el pasado
Una manera peculiar pero fabulosa de recordar el pasado, poder ver como los hechos pasados tienen fondo sobre nosotros marcándonos de una manera u otra, esa ha sido para mi la principal sensación de la película.

Dirigida con un ritmo lento pero muy bien llevado, haciendo que cada silencio tenga sentido y sobre genial actuación donde es capaz de mostrar esos cambios repentinos de la personalidad de un niño a la de un mayor, la verdad que para mi ha sido lo mejor de la película.

Saura, genial director como nos lo lleva demostrando a lo largo de su cine, además tiene la peculiaridad de narrarnos un momento histórico bajo los ojos de un niño al cual vemos siempre como una persona ya mayor, eso es para mi una gran idea la cual no se queda en idea sino que está muy bien lograda en la pantalla ya sea por la dirección o la interpretación.

Quizás si la dirigiese ahora mejoraría ciertas cosas pero para ser cine español de aquellos años hay que decir que podemos presumir de director tal como es Saura.
manuel
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8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil.
Ennis Madrid (España)
Su valoración: 16 de Julio de 2006

Recuerdos de una guerra
Luis regresa al pueblo después de muchos años, allí se vió obligado a vivir algún tiempo en su infancia con unos familiares, pues sus padres se marcharon a Madrid en el transcurso de la guerra civil. Fue un período difícil, marcado por un entorno familiar ultraconservador y afín al levantamiento militar, junto a la castradora iglesia católica que se afanaba en reprimir e inculcar el miedo a los niños.

Saura vuelve a utilizar el recurso de intercalar secuencias del pasado en las que su protagonista aparece con el aspecto actual, mientras la Angélica del presente será como su madre evocada y su hija de ahora como ella misma en la infancia.
A lo largo de la trama, la mente de Luis parece balancear en torno a la Angélica de ambas épocas, acaso intentando encontrar algo de lo que fue o pudo ser.
Ennis
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil.
LeonNewman Leon (España)
Su valoración: 17 de Septiembre de 2007

A López Vázquez, lo que le echen
Un planteamiento original que hace gracia la primera media hora pero que en la última media se agota en sí mismo. De todos modos, un ácido retrato de cómo se las gastaban los vencedores de nuestra guerra. Ese cura y sus amenazas del infierno... Puro Azcona.
Si López Vázquez hubiese nacido en Wisconsin ya tendría tres o cuatro Oscars en el salón de su casa. Eso seguro.
LeonNewman
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil.
Banionis Huelva (España)
Su valoración: 28 de Octubre de 2008

Proust, Bergman y Ángelica Niña
No es para nada una película de difícil entendimiento como una critíca que acabo de leer sobre el film más abajo. Si estás meramente iniciado en el universo Saura o en un cine poco menos que comercial -término al uso- no ofrecerá mayor problema.

Presente y pasado fluyen a lo largo de toda la película, captando emotivamente la atención del receptor. Teatralizando los recuerdos de un pequeño vástago allá por el verano de 1938.
(El resto de la crítica puede contar partes de la película) Ver todo
spoiler:
Sólo hace falta ver los primeros diez minutos para notar la fuerte presencia de:

- Marcel Proust: ...y En Busca Del Tiempo Perdido, concretamente Por El Camino de Swann. Sobre todo al inicio de la película, donde el papel de la madre de Luís es más fuerte. Parece que en algún momento el chico encarnado en la figura de López Vázquez morirá de ganas por un beso materno, como sucede en el libro de Proust. De hecho, en una determinada escena citan al escritor francés y a su famosa magdalena.

- Bergman: toda la película huele demasiado a Bergman y claro está a Fresas Salvajes, si en esta película era un anciano recordando episodios pasados. José Luís López Vázquez hará lo propio bajo los focos principales de a) Su familia b) La Guerra Civil Española. c) El amor por Angélica. Es de sobra sabida la influencia del director sueco en Carlos Saura, tanto que le lleva a uno a pensar que sin Fresas Salvajes, La Prima Angélica nunca hubiera nacido ¿Y qué más da? No hay trampa ni cartón, Saura sabía a lo que se exponía como ocurrió con Cría Cuervos. Si trasvasamos esta similitud a la música podríamos pensar: ¿No son igualmente deleitables Los Brincos a pesar de la sombra magna de los Beatles? ¿No turban tu mente los riff de Yoghourt Daze o Sperm a pesar de Nirvana y de Jane's Addiction? Influencias obvias, no son siempre sinónimo de decaimiento.

- Angélica niña: no sé que tienen las niñas que aparecen en los film de Saura que me quitan el aliento. La rebeldía y amateurismo de Berta Socuéllanos en Deprisa, Deprisa, los ojos tristes de Ana Torrent en Cría Cuervos y la ternura de María Clara Fernández de Loaysa como Angélica de niña. Por más que busqué de ella por la red nada encontré. Ni tan siquiera citada con papel de actriz en esta misma web. Angélica, supone uno de los puntos fuertes de la película. Su frescura, su naturalidad incluso cuando se traba y el director deja esa toma por la veracidad.


Por último, destacar el papel de José Luís López Vázquez y su hastío así como el resto del elenco que aparece en la película.
Banionis
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil.
yesterday Madrid (España)
Su valoración: 6 de Agosto de 2010

Fantasmas del pasado
Es curioso cómo funciona la memoria y esto es lo que nos viene a demostrar Carlos Saura en esta película. Cada persona recuerda una misma situación del pasado de manera distinta. En esta película es el personaje de José Luis López Vázquez (sobresaliente), el que rememora su infancia al volver al pueblo dónde convivió con una familia, que en el fondo no era la suya, tras el traumático estallido de la guerra civil española. La separación de sus padres republicanos, el amor por su prima Angélica, el miedo que infunde la religión, todo eso vuelve a él tras su regreso.
(El resto de la crítica puede contar partes de la película) Ver todo
spoiler:
Y Saura nos lo muestra de la mejor manera posible. Luis (López Vázquez), se convierte en ‘Luisito’ cuándo rememora el pasado, pero manteniendo su apariencia actual. El padre falangista de Angélica (Fernando Delgado) es en la actualidad su marido, asociando Luis la misma apariencia a las dos personas que le alejaron de su prima Angélica, tanto en el pasado como en el presente. El pasado ha marcado y perseguido al bueno de Luis, cuya existencia seguramente ya nunca será feliz.

Atención a la pesadilla con la monja (gusano, candado y estigmas como protagonistas) que asustaría a cualquiera y a la presentación como ‘malo’ de la película de un falangista en el año 1973. Habiendo visto escasas cuatro películas de la filmografía de Saura, uno se percata de un rasgo de su cine, el cuidado a la hora de elegir a las niñas protagonistas y su afición por ponerlas a bailar con éxitos de la época. Ana Torrent y sus hermanas en “Cria Cuervos”, Yohana Cobo y sus hermanas en “El Séptimo Día y María Clara Fernández de Loaysa con Angélica y Luis, mientras el marido duerme en el coche en esta gran película.
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La prima Angélica Claudio Sánchez


En La prima Angélica, Carlos Saura nos propone un encuentro con los recuerdos familiares, con un amor infantil y también con la propia historia de España. Saura plantea ver la sociedad española en un tiempo preciso, el año 1936, y se anima incluso a nombrar fechas más exactas, tal como el 18 de julio del 36, día en el que cae la Segunda República y se instala uno de los regímenes dictatoriales más nefastos de la historia contemporánea. En aquellos años Francisco Franco declaraba al mundo: "Estoy dispuesto a exterminar, si fuera necesario, a toda esa media España que no me es afecta."

Lo que diferencia a La prima Angélica de cualquier otra película que quiera representar la historia, radica en cómo el director decide abordar la memoria. Se trata de una aproximación intimista a partir de la mirada de Luis (José Luis López Vázquez), quien retorna a Segovia –lugar donde vivió en su infancia el inicio del régimen fascista de Franco– llevando desde Barcelona los restos de su madre para que descansen en el panteón familiar. El protagonista se reencuentra con su niñez, con las miradas de siempre, con algún amigo, pero, por sobre todo, se reconoce con la familia de su madre: su tía y su prima.

Luis va recordando a cada instante todo lo que vivió hace más de 30 años en esa misma casa (la de su tía), en ese mismo pueblo (el de su madre), ante los franquistas (el esposo de Angélica) que nunca quisieron saber que pasó en verdad. Ellos, más que olvidar, prefieren no conocer nada; así, cuando se nombra al poeta Antonio Machado se lo desconoce, es preferible no tocar la herida.

En 1974, cuando la censura va desapareciendo en su país, Saura se anima a presentar este manifiesto de reivindicación del padre de Luis, sobre la misma madre (España), y pone sobre la mesa la discusión silenciada de aquellos años. El film comienza cuando los padres de Luis lo dejan con su tía en Segovia durante el verano, mientras ellos están en Madrid: el padre posiblemente es un militante del Frente Popular y esto es algo que no gusta en lo absoluto al interior de la familia de la madre, por esto lo que representa el julio del 36 adquiere otras dimensiones, que tras la figura de un niño conserva una distancia apropiada para evitar juzgar algo, más aún cuando Luis-niño se encuentra entre uno y otro bando.

Un amor de siempre se hace presente en cuanto vamos descubriendo la infelicidad que vive Angélica junto a su marido, quien se presenta como un hombre común, alguien a quien no le interesa mucho la vida, sino sobrevivir, un mediocre que engrosa las filas de los asalariados. En el mensaje profundo del film se nos dice constantemente: hay que escapar de esto, es posible cambiar las cosas; y por otra parte se nos recuerda que ya es tarde para volver atrás, que todo está hecho, se muestra una vez más que las heridas son muy profundas y cada uno de los personajes lo sabe.

Aquí es donde se cruza el pasado y el presente, aunque a lo largo del metraje se pierde constantemente la condición del tiempo entre lo que ha pasado y aquello que está sucediendo, hay profundos momentos de reflexión sobre el diálogo entre los tiempos (1936 y la década del 70, cuando Luis vuelve a Segovia) y los espacios (las dos Españas). La prima Angélica es una obra de plena vigencia, incluso podemos ver su influencia en producciones más recientes, como Kamchatka (Marcelo Piñeyro, 2002), El día que mis padres se fueron de vacaciones (Cao Hamburger, 2006) o La culpa es de Fidel (Julie Gavras, 2006). La película de Saura es simplemente imprescindible a la hora de ver el cine español.

Claudio Sánchez
(Revista oficial del 13 Festival de Cine de Lima), colabora con la revista